Son niñas y niños con derecho a la felicidad, truncada por rigores que
no debieran tocarles, son pacientes que viven con cáncer en el Hospital
Pediátrico Eduardo Agramonte Piña de Camaguey, a donde llegamos convocados por
la solidaridad.
La visita tuvo un fin: entregar juguetes y mucho amor a estos pequeños
que padecen enfermedades malignas y que sufren la separación de los más
cercanos.
El regalo lo hicieron trabajadores de la Empresa Pesquera Industrial de
Santa Cruz del Sur, quienes apoyaron la iniciativa para compensar la crudeza de
una realidad que impide la armonía de estos valientes tesoros.
La jornada matutina fue especial, los visitantes devolvieron sonrisas y
tocaron corazones con la insuperable magia del amor, porque ellos tienen
derecho a ser felices, aunque tengan que sortear las asperezas de la vida y
porque son iguales, con deseos siempre de reír y jugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario