…”voy
a ser mamá, y como te quiero mucho, quise compartir contigo esta noticia…
Es el texto de un mensaje que recibí de
Aleidita, una joven cubana que conozco gracias a la magia de la red de redes,
la que permite ofrecer y recibir el cariño sincero de la gente buena que anda
por el mundo en busca de lo que quiere o en defensa del amor.
Confieso que me gustó cuando me dijo: te
quiero mucho, siempre es bueno escuchar esa frase, incluso de personas que
jamás hemos visto ¡y esta chica es una!
Fíjese usted, quiso compartir conmigo lo
mejor de lo mejor que le haya podido pasar en sus poco más de 20 años, aunque
suficientes para darle a la vida un nuevo regalo que siempre es bienvenido.
Entonces pensé: lo voy a escribir, porque
así de simple, ser madre, es muy
singular. Como proceso biológico es común, tradicional, sin embargo, y con
respeto de los valientes del mundo, para mi es la misión más difícil e
importante y también la más tierna y humana que pueda existir… y se lo digo yo,
que disfruto a pleno gusto los 17 años de mi mejor realización, de lo más
completo y perfecto que haya hecho en mi vida: Mi Hijo
Es eterna la tarea, nace con el nacer y
muere con el morir; y es sagrado el compromiso, inviolable, o no hay perdón.
Ese retoño inseguro que cultivamos en las
entrañas espera siempre nuestra protección. De mujeres atractivas y seductoras
por excelencia, nos convertimos entonces en protectoras absolutas, en el sostén
inevitable del ser a quien damos la vida para que sea sano y feliz, todo esto,
sin perder la ternura y la belleza femenina.
Entonces para Aleidita: el mejor de mis
abrazos, mi cariño más sincero y mi modesto homenaje, con la ayuda del más
universal de los cubanos:
Madre: amor y sabiduría, irrepetible
manera de ser mujer. Toda madre debiera llamarse maravilla
¡Cultívalo Siempre!
No hay comentarios:
Publicar un comentario